Autor: radiosg

Martes XXII Semana del Tiempo Ordinario – Feria o SANTA TERESA DE CALCUTA

EVANGELIO
Sé que tú eres el Santo de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y se puso a gritar muy fuerte, ¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de Dios. Pero Jesús le ordenó, Cállate y sal de ese hombre. Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se decían unos a otros, ¿Qué tendrá su palabra? Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos y éstos se salen. Y su fama se extendió por todos los lugares de la región. Palabra del Señor.

Lunes 21° Semana del Tiempo Ordinario – Feria

PRIMERA LECTURA
[A los que murieron en Jesús, Dios los llevará con él.]

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 4, 13-18
Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios los llevará con él.
Lo que les decimos, como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja sobre los que ya murieron. Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel y el Señor mismo bajará del cielo.
Entonces, los que murieron en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes, por el aire, para ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con él. Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 95, 1 y 3.4-5. 11-12. 13

R. Cantemos al Señor con alegría.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación sus maravillas. R.
Cantemos al Señor, porque él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo. R.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo. R.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 4, 18

R. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí; él me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva. R. Aleluya.

EVANGELIO
[Me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. Nadie es profeta en su tierra.]

Del santo Evangelio según san Lucas 4, 16-30
En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura, que ustedes acaban de oír”.
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: “¿No es éste el hijo de José?”
Jesús les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo, y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm’ “.
Y añadió: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, que era de Siria”.
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una barranca del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí. Palabra del Señor.

Domingo 22° del Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA
[Soy objeto de burla por anunciar la palabra del Señor.]

Del libro del profeta Jeremías 20, 7-9
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo y me venciste. He sido el hazmerreír de todos; día tras día se burlan de mí. Desde que comencé a hablar, he tenido que anunciar a gritos violencia y destrucción. Por anunciar la palabra del Señor, me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme: “Ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre”. Pero había en mí como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; yo me esforzaba por contenerlo y no podía. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9

R. Señor, mi alma tiene sed de ti. Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. R. Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios. R. Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios. R. Porque fuiste mi auxilio y a tu sombra, Señor, canto con gozo. A ti se adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo. R.

SEGUNDA LECTURA
[Ofrézcanse ustedes mismos como una ofrenda viva.]

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 12, 1-2
Hermanos: Por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto. No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Ef 1, 17-18

R. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R. Aleluya.

EVANGELIO
[El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo.]

Del santo Evangelio según san Mateo 16, 21-27
En aquel tiempo, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: “No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti”. Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: “¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!” Luego Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras”. Palabra del Señor.

Sábado 21° Semana del Tiempo Ordinario – Feria o BEATO BARTOLOMÉ GUTIÉRREZ, Presbítero y Mártir

PRIMERA LECTURA
[Ustedes mismos han sido instruidos por Dios para amarse los unos a los otros.]

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 4, 9-11
Hermanos: En cuanto al amor fraterno, no necesitan que les escribamos, puesto que ustedes mismos han sido instruidos por Dios para amarse los unos a los otros. Y ya lo practican bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero los exhortamos a que lo practiquen cada día más y a que procuren vivir en paz unos con otros, ocupándose cada cual de sus asuntos y trabajando cada quien con sus propias manos, como se lo hemos ordenado a ustedes. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 97, 1. 7-8.9

R. Cantemos al Señor con alegría. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R. Alégrense el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría. R. Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34

R. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R. Aleluya.

EVANGELIO
[Porque has sido fiel en cosas de poco valor, entra a tomar parte en la alegría de tu señor.]

Del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un talento hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: ‘Señor, dos talentos me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y le dijo: ‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo’.
El señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.
Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación’ “. Palabra del Señor.

Viernes 21° Semana del Tiempo Ordinario – Feria o Misa del Sagrado Corazón de Jesús

PRIMERA LECTURA
[Lo que Dios quiere de ustedes es que se santifiquen.]

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 4, 1-8
Hermanos: Les rogamos y los exhortamos en el nombre del Señor Jesús a que vivan como conviene, para agradar a Dios, según aprendieron de nosotros, a fin de que sigan ustedes progresando. Ya conocen, en efecto, las instrucciones que les hemos dado de parte del Señor Jesús. Lo que Dios quiere de ustedes es que se santifiquen; que se abstengan de todo acto impuro; que cada uno de ustedes sepa tratar a su esposa con santidad y respeto y no dominado por la pasión, como los paganos, que no conocen a Dios. Que en esta materia, nadie ofenda a su hermano ni abuse de él, porque el Señor castigará todo esto, como se lo dijimos y aseguramos a ustedes, pues no nos ha llamado Dios a la impureza, sino a la santidad. Así pues, el que desprecia estas instrucciones no desprecia a un hombre, sino al mismo Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 96, 1 y 2b. 5-6. 10. 11-12

R. Alegrémonos con el Señor. Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo entero. El trono del Señor se asienta en la justicia y el derecho. R. Los montes se derriten como cera ante el Señor, ante el Señor de toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R. El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. R. Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 21, 36
R. Aleluya, aleluya. Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre. R. Aleluya.

EVANGELIO
[Ya viene el esposo, salgan a su encuentro.]

Del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a aquellas diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras les contestaron: ‘No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo’.
Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’, Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’.
Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora”. Palabra del Señor.

Lunes XXI Semana del Tiempo Ordinario – Memoria, SAN AGUSTÍN, Obispo y Doctor de la Iglesia – Blanco

PRIMERA LECTURA
[Abandonando los ídolos, ustedes se convirtieron a Dios y viven en la esperanza de que venga Jesucristo.]

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 1, 1-5. 8-10
Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor.
En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.
Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de Dios, que él es quien los ha elegido. En efecto, nuestra predicación del Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo sólo con palabras, sino también con la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en ustedes abundantes frutos. Bien saben cómo hemos actuado entre ustedes para su propio bien.
Su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no sólo en Macedonia y Acaya, sino en todas partes; de tal manera, que nosotros ya no teníamos que decir nada. Porque ellos mismos cuentan de qué manera tan favorable nos acogieron ustedes y cómo, abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo, Jesús, a quien él resucitó de entre los muertos, y es quien nos libra del castigo venidero. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSÓRIAL del salmo 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b.
R. El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la asamblea litúrgica alábenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su pueblo santo. R.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles. El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares, que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R. Aleluya, Aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, Yo las conozco y ellas me siguen. R. Aleluya.
EVANGELIO
[¡Ay de ustedes, guías ciegos!]
Del santo Evangelio según san Mateo 23, 13-22
En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de condenación que ustedes mismos! ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que está sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él”. Palabra del Señor.

XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – DÍA DEL SEÑOR

PRIMERA LECTURA

[Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro.]

Del libro del profeta Isaías 22, 19-23

Esto dice el Señor a Sebná, mayordomo de palacio: “Te echaré de tu puesto y te destituiré de tu cargo. Aquel mismo día llamaré a mi siervo, a Eleacín, el hijo de Elcías; le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda y le traspasaré tus poderes.

Será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro. Lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá. Lo fijaré como un clavo en muro firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre”. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 137, l-2a. 2bc-3. 6 y 8bc

  1. Señor, tu amor perdura eternamente.

De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R.

Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos, nos oíste y nos llenaste de valor. R. Señor, tu amor perdura eternamente.

Se complace el Señor en los humildes y rechaza al engreído. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R.

SEGUNDA LECTURA

[Todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por él y todo está orientado hacia él.]

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 11, 33-36

¡Qué inmensa y rica es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué impenetrables son sus designios e incomprensibles sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero? ¿Quién ha podido darle algo primero, para que Dios se lo tenga que pagar? En efecto, todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por él y todo está orientado hacia él. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 16, 18

  1. Aleluya, aleluya.

Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor. R. Aleluya.

EVANGELIO

[Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.]

Del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-20

En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas”.

Luego les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

Jesús le dijo entonces: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.

Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. Palabra del Señor.

Sábado – XX Semana del Tiempo Ordinario – Feria o SAN JUNÍPERO SERRA, Presbítero – Verde / Blanco

Nace en Mallorca (España). Entra en la Orden de los franciscanos. En 1749 viene a México como misionero. Pero, expulsados los jesuitas, los franciscanos los sustituyen en la Baja California, de donde es superior el Padre Serra. Su actividad misional en la Alta California es incansable: funda innumerables misiones desde 1769 hasta 1782, dos años antes de morir. Visitaba regularmente todas sus misiones, y los indígenas convertidos formaban comunidades agrícolas junto a las mismas. Muere en la Misión de San Carlos en 1784.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Estos son los hombres santos que se hicieron amigos de Dios, insignes predicadores del Evangelio.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, por tu inefable misericordia, has querido agregar a la Iglesia a muchos pueblos de América, por medio de san Junípero Serra; concédenos, por su intercesión, que nuestros corazones estén unidos a ti en la caridad de tal manera que podamos llevar ante los hombres, siempre y en todas partes, la imagen de tu Unigénito, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[El Señor no ha permitido que le faltara un descendiente a tu familia. Este es el padre de Jesé, padre de David.]

Del libro de Rut 2, 1-3. 8-11; 4, 13-17

Tenía Noemí, por parte de su marido, Elimélek, un pariente de muy buena posición, llamado Booz. Rut, la moabita, le dijo a Noemí: “Déjame ir a un campo en donde el dueño me permita recoger las espigas que se les caigan a los segadores”. Ella le respondió: “Ve, hija mía”. Fue Rut y se puso a recoger espigas detrás de los segadores en un campo, que para suerte de ella, pertenecía a Booz, el de la familia de Elimélek Booz le dijo a Rut: “Escucha, hija mía. No vayas a recoger espigas en otros campos ni te alejes de aquí; quédate junto a mis espigadoras y síguelas por donde ellas vayan recolectando. Ya les dije a mis segadores que no te molesten. Si tienes sed, ve a donde están las vasijas y bebe del agua dispuesta para los trabajadores”. Ella se postró ante él y le dijo: “¿Por qué me tratas con tanta benevolencia y te fijas en mí, que no soy más que una extranjera?” Booz le respondió: “Me han contado todo lo que, después de la muerte de tu marido, has hecho por tu suegra: cómo has renunciado a tu padre y a tu madre y a la tierra en que naciste, y has venido a vivir entre gente que no conocías”.

Después de algún tiempo, Booz se casó con Rut, se unió a ella y el Señor hizo que Rut concibiera y diera a luz un niño. Las mujeres le dijeron a Noemí: “Bendito sea el Señor, que no ha permitido que le faltara a tu difunto esposo un heredero para perpetuar su nombre en Israel. Este niño será tu consuelo y el apoyo en tu vejez, porque te lo ha dado a luz tu nuera, que tanto te quiere y que es para ti mejor que siete hijos”. Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo. Las vecinas felicitaban a Noemí, diciendo: “Le ha nacido un hijo a Noemí”, y le pusieron por nombre Obed. Este es el padre de Jesé, padre de David. Palabra de Dios. 

SALMO RESPONSORIAL del salmo 127, 1-2. 3. 4. 5

  1. Dichoso el hombre que teme al Señor.

Dichoso el hombre que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R.

Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R.

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida”. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 23, 9. 10

  1. Aleluya, aleluya.

Su Maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el Señor. R. Aleluya.

EVANGELIO

[Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.]

Del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: “En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame maestros’.

Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen maestros, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”. Palabra del Señor.

 

  • REFLEXIÓN: La tensión creada entre Jesús y los líderes del pueblo desemboca en altercados sumamente violentos. Estas invectivas contra los endurecidos escribas y fariseos se cuentan entre las más fuertes de las pronunciadas a lo largo del Nuevo Testamento. Ellas están en estricta continuidad con las pronunciadas en el Antiguo Testamento por los profetas contra el culto vacío y contra la falsa religiosidad. De aquí se deduce que el «Decir y no hacer», es la mayor de las hipocresías. Si realmente se reconoce en Jesús al «único Maestro», entonces ante Él, no nos queda sino comportarnos como auténticos hermanos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Dios todopoderoso, las ofrendas que presentamos en la festividad de san Junípero Serra, y concédenos expresar en la vida los misterios de la pasión del Señor, que ahora celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ez 34, 15

Yo mismo apacentaré a mis ovejas; yo mismo las haré reposar, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por la eficacia de este sacramento, confirma, Señor, a tus siervos en la verdad de la fe, por la que san Junípero Serra nunca cesó de trabajar, dedicándole toda su vida, para que en todas partes la profesemos, de palabra y de obra. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Viernes. XX Semana del Tiempo Ordinario – Feria o SAN LUIS REY o SAN JOSÉ DE CALASANZ, Presbítero. Verde / Blanco

El rey de Francia Luis IX (1214-1270) representa el tipo del laico que vive según el Evangelio. Fue un esposo lleno de ternura, un padre preocupado por la educación de sus once hijos y un jefe de Estado atento a la justicia y a la paz. Vivió humildemente su fe día a día, orando, sirviendo a los pobres y disfrutando de una alegría franciscana.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 20, 2-3

De tu poder, Señor, se alegra el justo, se alegra en el triunfo que le has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste pasar a san Luis, rey de Francia, de los cuidados de un gobierno temporal a la gloria del reino celestial, concédenos, por su intercesión, que, por el desempeño de nuestros deberes temporales, busquemos tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.]

Del libro de Rut 1,1. 3-8. 14-16. 22

En tiempo de los jueces, hubo hambre en el país de Judá y un hombre de Belén, llamado Elimélek, se fue a residir con Noemí, su esposa, y sus dos hijos a la región de Moab.

Murió Elimélek, y Noemí se quedó sola con sus dos hijos. Estos se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orpá y la otra, Rut. Vivieron ahí unos diez años y murieron también los hijos de Noemí, Malón y Kilión, y ella se quedó sin hijos y sin esposo. Entonces decidió abandonar los campos de Moab y regresar al país de Judá con sus dos nueras, porque oyó decir que el Señor había favorecido al pueblo y le daba buenas cosechas. Se pusieron, pues, en camino, para volver a la tierra de Judá. Entonces Noemí dijo a sus dos nueras: “Vuélvase cada una a casa de su madre. Que el Señor tenga piedad de ustedes, como ustedes la han tenido con mis hijos y conmigo”.

Ellas rompieron a llorar y Orpá besó a su suegra, Noemí, y se volvió a su pueblo; pero Rut se quedó con su suegra. Entonces Noemí le dijo a Rut: “Tu concuña se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú también con ella”. Pero Rut respondió: “No insistas en que te abandone y me vaya, porque a donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios”.

Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, regresó de los campos de Moab y llegó con ella a Belén, al comienzo de la cosecha de la cebada. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 145, 5-6. 7. 8-9a. 9bc-10

 

 

  1. Alabaré al Señor toda mi vida.

Dichoso aquel que es auxiliado por el Dios de Jacob y pone su esperanza en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto el mar encierra. R.

El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R.

Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R.

A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 24, 4. 5

Aleluya, aleluya.

Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad de tu doctrina. R. Aleluya.

EVANGELIO

[Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.]

Del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?” Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”. Palabra del Señor. 

  • REFLEXIÓN: Como respuesta a un malintencionado doctor de la ley, Jesús –evocando dos textos del Antiguo Testamento: Deuteronomio 6, 4-9 y Levítico 19, 18– compendia todas las normas de comportamiento en torno al único mandamiento del amor en su doble dimensión: Dios y el hombre. Él proclama, por ello, semejante al amor por Dios el amor por el prójimo. Jesús, al revelar que «Dios es amor» (Cfr. 1 Jn 4, 7-12), revela también que el hombre sólo será capaz de realizarse plenamente en el amor. En la perpetua y dinámica tensión entre estos dos polos habrá de transcurrir, con gran armonía, toda existencia cristiana.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por esta ofrenda que te presentamos, Señor, en la conmemoración de san Luis, rey de Francia, concede a tus fieles los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 16, 24

El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que los sacramentos recibidos, Señor, en la conmemoración de san Luis, rey de Francia, santifiquen nuestras mentes y nuestros corazones, para que merezcamos participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Jueves. Semana 20ª del Tiempo Ordinario Verde. San Zaqueo de Jerusalén.

PRIMERA LECTURA
Del libro de los Jueces 9, 6-15

 

En aquellos días, se reunieron todos los hombres de Siquem y todas las familias de Bet-Mil-ló y proclamaron rey a Abimélek, junto a la encina de la piedra memorial que hay en Siquem. Se lo anunciaron a su hermano Jotam, quien subió a la cumbre del monte Garizim, y desde ahí levantó la voz y clamó: “Escúchenme hombres de Siquem, y que Dios los escuche a ustedes. Una vez los árboles fueron a buscarse un rey. Le dijeron al olivo: ‘Sé nuestro rey’. Pero el olivo les respondió: ‘¿Voy a renunciar al aceite que utilizan los dioses y los hombres, para ir a presumir por encima de los árboles?’. Entonces, los árboles le dijeron a la higuera: ‘Ven a ser nuestro rey’. La higuera les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mis dulces y sabrosos frutos, para ir a presumir por encima de los árboles?’. Le dijeron luego los árboles a la vid: ‘Ven a ser nuestro rey’. La vid les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi vino, que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a presumir por encima de los árboles?’. Finalmente, todos los árboles le dijeron a la zarza: ‘Ven a ser nuestro rey’. La zarza les respondió: ‘Si de veras quieren hacerme su rey, vengan a descansar bajo mi sombra. Pero si no es así, que brote fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano’.

 

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 20

 

  • R. De tu poder, Señor, se alegra el rey.
  • De tu poder, Señor, se alegra el rey, / se alegra con el triunfo que le has dado. / Le otorgaste lo que él tanto anhelaba, / no rechazaste el ruego de sus labios. R/.
  • Lo colmaste, Señor, de bendiciones, / con oro has coronado su cabeza. / La vida te pidió, tú se la diste, / una vida por siglos duradera. R/.
  • Tu victoria, Señor, le ha dado fama, / lo has cubierto de gloria y de grandeza. / Sin cesar le concedes tus favores / y lo colmas de gozo en tu presencia. R/.

 

EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16

 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que, al amanecer salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedarse con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’. Ellos le respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’. Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’.

Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno. Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último solo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor’. Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero dar al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’. De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”.

 

Palabra del Señor